CAMPEONATO DE ESPAÑA
Garantía de futuro
La selección cántabra brilló en el reciente Campeonato de España sub-23 y augura próximos éxitos. David Gutiérrez, oro, y Ángel Madrazo, plata, así lo avalan
Los aficionados al ciclismo en Cantabria pueden estar tranquilos porque el futuro está garantizado. Así se demostró en los últimos campeonatos de España Sub 23, disputados el pasado fin de semana en Galicia.
El éxito se lo repartieron David Gutiérrez Palacios, hermano de Iván Gutiérrez, que se se colgó la medalla de oro de la prueba en línea, y Ángel Madrazo, medalla de plata en contrarreloj.
Sin embargo, ambos corredores coinciden en la importancia que tuvo el equipo, resaltando que «todos son importantes».
Fruto de ese magnífico conjunto fue la victoria en la clasificación por equipos.
En este apartado tuvieron especial importancia Daniel Campos y Pablo Marcano, que tiraron del grupo en los primeros cien kilómetros, haciendo trabajar y desgastando a los rivales. Su misión, muchas veces olvidada, era la de llevar el ritmo del pelotón y estar al tanto de los posibles ataques. Ambos se retiraron exhaustos tras realizar su trabajo a la perfección.
Mario Gutiérrez, hijo del mítico Alfonso Gutiérrez, fue el cántabro que en más escapadas estuvo, con un total de cuatro fugas, que le permitieron estar siempre en los primeros puestos y a la postre le valieron para acabar en el puesto catorce.
También fue importante la labor de Jose Manuel Gutiérrez, que estuvo presente en dos escapadas, pero que pinchó en el momento cumbre, cuando el grupo iba muy fuerte y era muy difícil recuperar. Aún así termino en una meritoria vigésima plaza.
Ventura Angulo, aunque no se prodigó demasiado durante la etapa, llegó muy fuerte al tramo final y consiguió la séptima plaza en el sprint.
Mención especial merecen los otros tres corredores del conjunto cántabro. Ángel Madrazo partía al inicio como gran favorito al oro, por lo que estuvo vigilado de principio a fin. No obstante logró posicionarse bien para luchar por las medallas, pero una caída a falta de un kilómetro propició que parase y perdiese toda opción.
Qué decir de Eloy Carral y de David Gutiérrez. Ambos se metieron en la escapada final junto al vasco Izaguirre. Eloy ejerció de escudero de David, hasta que no aguantó más y bajó el ritmo. Pero el trabajo ya estaba hecho. Y muy bien hecho.
David se impuso en el sprint final, logrando así pasar a la historia como el segundo cántabro que consigue vencer en la prueba en línea de aficionados, (desde 1995 Sub-23), tras Pérez Francés, que logró tres oros seguidos hace cincuenta años.
Seleccionador
Como en todos los deportes, buena culpa del éxito de un equipo pasa por el entrenador.
En el caso de la selección cántabra de ciclismo Sub-23, su seleccionador, Mariano Bolívar, es sinónimo de triunfo. Las dieciocho medallas logradas en campeonatos de España, nueve oros, cuatro platas y cinco bronces hablan por sí solas.
Con él, en los doce años al frente de la selección, han crecido hombres de la talla de Juanjo Cobo, que ahora triunfa en el Tour de Francia, o Eladio Sánchez.
Una de sus principales virtudes, sin lugar a dudas, es el buen ambiente que crea en el grupo, que por encima de un equipo preparado para competir, es un «puñado de amigos», que comparten algo más que la pasión por el ciclismo.
Este buen ambiente se plasma en las impresiones de los triunfadores, David y Ángel, que dicen que «no ha cambiado nada», que «ganaron una carrera y ya está», pero que «dan las gracias al equipo por todo el trabajo realizado».
Garantía de futuro
La selección cántabra brilló en el reciente Campeonato de España sub-23 y augura próximos éxitos. David Gutiérrez, oro, y Ángel Madrazo, plata, así lo avalan
Los aficionados al ciclismo en Cantabria pueden estar tranquilos porque el futuro está garantizado. Así se demostró en los últimos campeonatos de España Sub 23, disputados el pasado fin de semana en Galicia.
El éxito se lo repartieron David Gutiérrez Palacios, hermano de Iván Gutiérrez, que se se colgó la medalla de oro de la prueba en línea, y Ángel Madrazo, medalla de plata en contrarreloj.
Sin embargo, ambos corredores coinciden en la importancia que tuvo el equipo, resaltando que «todos son importantes».
Fruto de ese magnífico conjunto fue la victoria en la clasificación por equipos.
En este apartado tuvieron especial importancia Daniel Campos y Pablo Marcano, que tiraron del grupo en los primeros cien kilómetros, haciendo trabajar y desgastando a los rivales. Su misión, muchas veces olvidada, era la de llevar el ritmo del pelotón y estar al tanto de los posibles ataques. Ambos se retiraron exhaustos tras realizar su trabajo a la perfección.
Mario Gutiérrez, hijo del mítico Alfonso Gutiérrez, fue el cántabro que en más escapadas estuvo, con un total de cuatro fugas, que le permitieron estar siempre en los primeros puestos y a la postre le valieron para acabar en el puesto catorce.
También fue importante la labor de Jose Manuel Gutiérrez, que estuvo presente en dos escapadas, pero que pinchó en el momento cumbre, cuando el grupo iba muy fuerte y era muy difícil recuperar. Aún así termino en una meritoria vigésima plaza.
Ventura Angulo, aunque no se prodigó demasiado durante la etapa, llegó muy fuerte al tramo final y consiguió la séptima plaza en el sprint.
Mención especial merecen los otros tres corredores del conjunto cántabro. Ángel Madrazo partía al inicio como gran favorito al oro, por lo que estuvo vigilado de principio a fin. No obstante logró posicionarse bien para luchar por las medallas, pero una caída a falta de un kilómetro propició que parase y perdiese toda opción.
Qué decir de Eloy Carral y de David Gutiérrez. Ambos se metieron en la escapada final junto al vasco Izaguirre. Eloy ejerció de escudero de David, hasta que no aguantó más y bajó el ritmo. Pero el trabajo ya estaba hecho. Y muy bien hecho.
David se impuso en el sprint final, logrando así pasar a la historia como el segundo cántabro que consigue vencer en la prueba en línea de aficionados, (desde 1995 Sub-23), tras Pérez Francés, que logró tres oros seguidos hace cincuenta años.
Seleccionador
Como en todos los deportes, buena culpa del éxito de un equipo pasa por el entrenador.
En el caso de la selección cántabra de ciclismo Sub-23, su seleccionador, Mariano Bolívar, es sinónimo de triunfo. Las dieciocho medallas logradas en campeonatos de España, nueve oros, cuatro platas y cinco bronces hablan por sí solas.
Con él, en los doce años al frente de la selección, han crecido hombres de la talla de Juanjo Cobo, que ahora triunfa en el Tour de Francia, o Eladio Sánchez.
Una de sus principales virtudes, sin lugar a dudas, es el buen ambiente que crea en el grupo, que por encima de un equipo preparado para competir, es un «puñado de amigos», que comparten algo más que la pasión por el ciclismo.
Este buen ambiente se plasma en las impresiones de los triunfadores, David y Ángel, que dicen que «no ha cambiado nada», que «ganaron una carrera y ya está», pero que «dan las gracias al equipo por todo el trabajo realizado».
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